Profesor Dr. José Vicente Gómez Bayarri
Historiador
Académico de número de la Real Academia de Cultura Valenciana
Celebrar la efeméride de nuestros prohombres es una manera de aproximarse al conocimiento de la Historia. Se acaban de cumplir los 150 años del nacimiento del novelista universal y de político valenciano Vicente Blasco Ibáñez al que debemos el haber sido un insigne cantor de las excelencias de nuestra tierra, de su gente y proyector de la ciudad de Valencia internacionalmente.
En el acto de presentación del ilustre escritor valenciano don Vicente Blasco Ibáñez como director “Honoris Causa” del Centro de Cultura Valenciana, el director Consiliario Dr. don Pedro Gómez-Ferrer Martí, el 16 de mayo de 1921, afirmaba que Blasco Ibáñez llegaba a esta institución cultural por sus méritos propios e indiscutibles; no es el joven a quien se le estimula; no es el político o el hombre poderoso de quien se espera un favor, su nombre conlleva suficiente sustantividad para llegar al Centro de Cultura Valenciana como doctor de la Universidad de George Washington. Su obra literaria, su magna e intensa labor de novelista le hacer acreedor de todos los honores. Sus obras “Arroz y Tartana”, “Entre naranjos”, “Cañas y barro”, “Flor de mayo” y, sobre todo, “la Barraca” le acreditan como el creador de la novela típicamente valenciana.
En una bellísima conferencia organizada por el Ateneo Científico, pronunciada el 19 de febrero de 1911, en el teatro de la Exposición, decía el ilustre Vicente Blasco Ibáñez: “la novela no es más que la epopeya de los humildes. Los grandes poemas épicos cantan las luchas de los héroes, las luchas de los dioses, las guerras de los pueblos; la novela canta nuestros conflictos de hogar, nuestras preocupaciones de familia; nuestros trances económicos, todo lo que es episodio íntimo de la existencia diaria”.
El nuevo director “Honoris Causa” comenzaba su disertación señalando; “hace un año yo estaba en Estados Unidos y la Universidad de Washington, capital de esa república, me nombró doctor en Letras. El acto revistió la grandiosidad propia de todos los actos de aquel país. Asistieron el embajador de España y los embajadores y ministros de todas las repúblicas que hablan español. Y os digo que todo lo que se refiere a Valencia es mío y lo agradezco mucho más que todos los honores que pueda conquistar en el futuro en diversos países”. Y mostró su agradecimiento a este Centro de Cultura Valenciana. Finalizó su discurso afirmando que era su propósito en el próximo año dar la vuelta al mundo. Y enfatizaba; allí donde esté habrá un valenciano, un gran valenciano que está dispuesto a servir a su país y a hacer todo lo que pueda por su gloria futura y su gloria pasada, para que Valencia sea, si puede ser, la ciudad española del arte, de la literatura, y para que resplandezca nuestro pasado con todas nuestras glorias, como una de las grandezas más grandes de la nación española.
Pero no es el único intelectual valenciano que este año conmemora su 150 aniversario. El erudito canónico e historiador José Sanchis Sivera también vino al mundo en esa fecha.
Nació en la ciudad de Valencia el 2 de enero de 1867 y falleció igualmente en Valencia el 21 de mayo de 1937. Cursó los estudios eclesiásticos en el seminario metropolitano de nuestra ciudad, siendo ordenado sacerdote en 1890 y doctorándose en la Universidad Pontificia de Valencia. Miembro redactor del Boletín Oficial Eclesiástico de la diócesis Valentina. Ejerció la docencia en el seminario de Valencia impartiendo Historia eclesiástica e Historia del Arte. Fue canónigo de las catedrales de Segorbe y posteriormente de la de Valencia, en donde entabló una fructífera relación con el también canónigo y eminente historiador y archivero Roque Chabás Llorens que lo orientó en su formación y en el método científico de la investigación. Estuvo al frente del Archivo Catedralicio; se interesó por el estudio de la historia valenciana, y se relacionó con los estudiosos José Rodrigo Pertegás, Luis Tramoyeres, Francisco Vives Liern, entre otros prohombres valencianos.
Fue catedrático de Historia del Arte de la Universidad Pontificia Valentina, dedicando diversas publicaciones a esta disciplina, entre ellas el trabajo “Catedral de Valencia. Guía Histórica Artística” (1909), obra premiada en los Jocs Floral de Lo Rat Penat en 1908. Publicó el estudio “Nomenclátor geográfico-eclesiástico de los pueblos de la Diócesis de Valencia” (1922); la “Vida íntima de los valencianos en época foral”, obra publicada con anterioridad por capítulos en la prestigiosa revista de los “Anales” del Centro de Cultura Valenciana, y la Introducció, Notes i transcripció del “Dietari d’Alfons el Magnànim”. Son destacables los estudios dedicados a la familia de los Borja y a San Vicente Ferrer y a sus Sermones. Así mismo, escribió una biografía del Teodoro Llorente Olivares (1912). Su labor investigadora en el mundo de la Historia del Arte le llevó a publicar “Pintores medievales en Valencia” (1914), “Escultura valenciana en la Edad Media” (1926), y “Cerámica valenciana. Notas para su historia en el período medieval” (1926). Fue colaborador del diario Las Provincias y de la entidad Lo Rat Penat. Tras su muerte el “Almanaque de Las Provincias” publicó su extensa bibliográfica de más de un centenar de títulos salidos de su pluma.
Intelectual de sólida formación investigadora y académica, ingresó como académico de número en el entonces Centro de Cultura Valenciana en 1928, asignándosele la medalla número 1, número que posteriormente lo ostentaron los académicos Isidro Ballester Tormo, Julián San Valero Aparisi y que actualmente me honro en ocupar desde el 4 de febrero de 1998. Sanchis Sivera fue el tercer decano de esta institución académica desde 1927 a 1936 y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y correspondiente de las Reales Academias de la Historia y de la de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y miembro de la Academia de Buenas Letras de Barcelona.
Valencia debe honrar a sus ilustres intelectuales. Cicerón escribió que “no saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños”.