El sentimiento de valencianidad se mantiene en los siglos posteriores y hay testimonios de ello, así en las cuestiones lingüísticas se comienzan a elaborar los primeros vocabularios -diccionarios, tendencia que continuará posteriormente hasta nuestros días culminando hoy con la segunda edición del Gran Diccionario General de la Lengua Valenciana de la Real Academia de Cultura Valenciana por iniciativa de su Patronato.
En el siglo XVIII la valencianidad se presenta pujante y personajes como Jorge Juan, el botánico Cavanilles y la pléyade de ilustrados valencianos en el Siglo de las Luces es ejemplo de ello. La ingente obra del notario Carles Ros i Hebrera sobre la Lengua Valenciana es buena prueba..
En el siglo XIX la valencianidad es un hecho y su manifestación más elocuente es la creación el año 1887 de Lo Rat Penat, la sociedad de Amadors de les Glories Valencianes. Con la convocatoria dels Jocs Florals de la Ciutat y Regne de Valencia se da un gran impulso al cultivo y estudio de la Lengua Valenciana, a su enseñanza y al cultivo y estudio de la Historia, Geografía, Arte, Costumbres y, muy especialmente, Señas de Identidad de la Ciutat i Regne de Valéncia. Se puede imputar a Lo Rat Penat el nacimiento de la decidida y total acción valencianista para la afirmación, extensión y consolidación del sentimiento de valencianidad.
Si repasamos su trayectoria a lo largo de sus años de existencia comprobaremos su fidelidad total y permanente a sus principios fundacionales.
Pero desde finales del siglo XIX se pusieron en Cataluña las bases para socavar la valencianidad.
Con Bofarull al frente del Archivo de la Corona de Aragón se intenta ya manipular documentación que ocultara la preeminencia del Reino de Valencia.
La acción de Prat de la Riba , que ya había publicado su Compendio de Doctrina Catalanista , especie de Catecismo donde fija los cuatro elementos básicos de la Catalanidad: Lengua propia , Arte propio, Derecho propio i Política propia , lo que desarrolló en el “Manifiesto per Catalunya i Espanya Grande” de 1916 , fijo la estrategia a seguir para anular la valencianidad y sustituirla por la catalanidad que condujera a la creación de la Gran Nación Catalana para lo cual era necesario dotarla de unos fundamentos históricos inexistentes y una subordinación lingüística total, dado que dicha Nación únicamente se podía fundamentar sobre bases del Catecismo citado:
* Unidad de la Lengua: Catalán en todos los países de lengua catalana.
* Historia única dels Paisos Catalans dentro de la Corona Catalano Aragonesa
* Arte Unico
*Derecho Unico
*Cultura Unica
Política Unica en Els Paisos Catalans