Entrada la Era pocas noticias nos ofrecen las fuentes escritas conocidas, si exceptuamos su devastación por la invasión de los Francos en el siglo III, primeros “bárbaros” en asolar esta parte del Imperio y, ya más adelante, los datos que nos ofrecen las fuentes cristianas, especialmente todo lo referente al martirio de San Vicente Mártir el de la Roqueta, hoy patrón de la ciudad de Valencia, son testimonio de la pronta incorporación de la ciudad a la Fe Cristiana.
Y sobre esto último la principal aportación fue la del Dr. Vicente Castell ,sobre todo su desarrollo, retomado con notable profundidad y extensión por el Dr. Penyarroja con finalidad lingüística de gran provecho.
Poco o nada sabemos del papel que desempeñó durante el periodo Bizantino, salvo que pudo o debió estar en la frontera norte de su territorio, construyéndose una fortaleza visigótica en lo que se conoce como Valencia la Vella para el control fronterizo por parte visigótica según las escasas investigaciones al respecto. De la misma manera que se ha sugerido, tras cuidadosos estudios del Cronista de Ribarroja, que la mencionada ciudad de Palantia estuviera en las cercanías de Ribarroja, así como que los restos aúreos del Pla de Nadal estuvieran bajo la potestad o el control del famoso Teodomiro de Oriola ya iniciada la invasión musulmana y tras el pacto del noble visigodo con los invasores musulmanes.
Tras estos siglos oscuros, poco estudiados ciertamente ante la falta de singulares yacimientos arqueológicos, la invasión musulmana creado el Califato absorbió los territorios bizantinos una vez desaparecido el singular Teodomiro de Oriola.
La Balansiya musulmana no desempeñó papel relevante en el aspecto político-militar y menciones de poetas nos hablan de su magnificencia, como Al-Rusafi en el s. XII, que escribió: Valencia es una esmeralda sobre la que corre un rio de perlas. Es como una novia en la que Dios puso toda la hermosura y le dio una eterna juventud. En ella brilla perpetua una luz refulgente porque el sol juguetea con el rio y la albufera
Rehecho el mundo cristiano tras la ruina del Califato y surgidas las taifas musulmanas, comenzaron las guerras de reconquista, siendo objeto de las correrías de Alfonso el Batallador, quien, según la crónica de Afonso VII el Emperador, como los Anales Toledanos y las mismas crónicas musulmanas nos hablan de sus correrías por tierras valencianas y sus intentos de ocupación de Valencia, fallidos siempre. El ya Reino musulmán de Valencia pudo rechazar al Batallador
La invasión almorávide unificó el mundo musulmán y el episodio del Cid, invadiendo el territorio, asediando la ciudad, devastando amplias zonas desde la Vall D´Albaida hasta Denia y finalmente conquistando Valencia, donde reinó durante tres años, causó gran conmoción en el mundo cristiano europeo y gran consternación en el musulmán debiendo aplicarse intensamente las fuerzas de ocupación Almorávides, rechazadas en varias ocasiones y solo ocupada tras la muerte del Campeador.
Debilitado el poder Almorávide vuelve a fraccionarse la España musulmana y surgen las segundas taifas lo que provoca la nueva invasión norteafricana, los Almohades que la vuelven a unificar y sobre los cuales actuará ya Jaime I que, tras las conquistas de los territorios del norte de la ciudad y tras la batalla del Puig pone cerco a la ciudad que capitula sin resistencia y mediante el pacto correspondiente según la política expansiva del rey de Aragón.