Juan Benito Rodríguez Manzanares, Patrono
Académico de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades
Académico de la Academia de Luminescência Brasileira
Quiero comentar un libro que a pesar de haber sido escrito hace nada más y nada menos que 134 años, su mensaje sigue intacto, y tan vigente como si se hubiera escrito ayer por la mañana, pues sigue siendo de total actualidad, y quizá, más que en el momento histórico en que fue escrito.
Me estoy refiriendo al gran libro, Planilandia, subtitulado como, una novela de muchas dimensiones, del escritor británico Edwin Abbott Abbott. El título original de la novela es: Flatland, romance of many dimensions.
Como un segundo subtítulo yo añadiría, “O de cómo se explican las más complejas proposiciones desde la más absoluta sencillez”. Pues a pesar del tema tratado en el libro un tanto filosófico que, es el núcleo central de la obra, la novela es amena y adictiva, de esas que una vez comienzas a leerla, no puedes dejar de hacerlo hasta que la has acabado.
Así pues, voy a comenzar por el principio, que es dar unas breves pinceladas del escritor de la obra que nos ocupa en este artículo.
Edwin Abbott Abbott, nace en Londres (Inglaterra) en 1838 y muere en su Londres natal en 1926. Es escritor, profesor y teólogo. Los apellidos coincidentes nos hablan de una posible parentela de sus padres, y así es efectivamente, pues sus padres eran primos en primer grado, siendo Edwin el primogénito de la familia.
Se educó en los mejores colegios británicos, cursando estudios en la City of London Scholl, donde en 1865 llegó a ser su director, y en el St. John’s College de la Universidad de Cambridge donde alcanzó los más altos honores en obras clásicas, matemáticas y teológicas, donde, además, fue nombrado Fellow (Compañero), participando con ello en el gobierno de la universidad.
Edwin Abbott Abbott escribió un elevado número de obras, pero a pesar de todas ellas, ha pasado a la historia de la mano de Planilandia, una obra inmortal que ha traspasado la historia como pocas obras lo hacen, ya que una de las últimas ediciones que se han realizado de esta novela, fue en 2008.
En 1862 tomó los hábitos y se dedicó en cuerpo y alma a la literatura y las búsquedas teológicas. En el campo de la religión, aporta unas escrituras teológicas que incluyen tres romances religiosos publicados anónimamente: Philochristus (1878), Onesimus (1882), y Sitanus (1906). Y en 1884 escribió Planilandia, una novela de muchas dimensiones, en la cual optó por utilizar el seudónimo de A Square (Un Cuadrado).
Planilandia es una novela matemática que plantea retos de geometría multidimensional bajo una inteligente sátira en todos los sentidos y ámbitos de la vida, como pueden ser los aspectos morales por las diferentes situaciones que se nos plantea.
Pero, sobre todo, donde la sátira y la enseñanza se hacen más patentes, es dentro del ámbito de las relaciones sociales. Hay momentos en que todo lo que tenemos como base de nuestra vida, se ve un tanto desmontado y trastocado, pues nos quiere hacer entender la misma de un nuevo modo que rompe con todo lo establecido en aquella época, y casi diría que también en nuestra época.
Lo que Abbott nos plantea en esta obra, si hubiera sido escrita hoy en día por un eminente y reputado científico, vendría a ejemplificarnos la tan extendida hoy en día, teoría del multiverso, donde pueden convivir un sin número de universos paralelos sin que uno de ellos tenga consciencia de que existen todos los demás.
Planilandia, una novela de muchas dimensiones, se basa en la teoría de los hombre punto los hombres raya y los hombres plano, comenzando la novela con el hombre punto y explicando su consciencia, el cual pasado un tiempo, descubre lo que es y está muy orgulloso de serlo, hasta que por los azares que siempre el destino se encarga de poner a nuestro alcance, o delante de nosotros para que tropecemos con él, toma conciencia de que más allá de su realidad, hay otra que hasta ese momento desconocía, y desde que la descubre, le inquieta mucho y llama enormemente su atención, la realidad de los hombres ralla, para luego, tras un azaroso devenir, llegar a la realidad de los hombres plano. La trama de la novela está servida, pues el final con los hombres planos, ya os lo podéis imaginar.
Mi opinión personal sobre Planilandia, una novela de muchas dimensiones, es que pertenece a ese tipo de novelas que por casualidad cae un día en tus manos y que sin saber muy bien porqué, comienzas a leer sin más intención que entretener el tiempo, pues no has oído hablar nunca de ella y no sabes qué vas a encontrar en sus páginas, pero ocurre, que a poco de comenzar su lectura te das cuenta que no es una novela al uso, casi podría decir que no es una novela normal, y sin saber cómo, no puedes dejar de leer, y cuando menos cuenta te has dado, la estás leyendo por segunda vez.
Planilandia, una novela de muchas dimensiones, es pródiga en todo tipo de similitudes y cargada de tanto saber y conocimiento, que una vez leída y sobre todo entendida y asimilada, te hacer ser consciente de que realmente hay muchos mundos por descubrir, pero que, para ello, no es necesario salir al espacio exterior o bajar a las zonas abisales de los océanos, basta con mirar a tu alrededor, pues hay ocasiones en que estamos tan ensimismados en nosotros mismos o en nuestra zona de confort, que no llegamos a descubrir que más allá de nuestras narices, hay todo un mundo por descubrir.