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LOS TEMPLARIOS. EL PORQUÉ DE LA ORDEN DEL TEMPLE (I)

By 4 diciembre, 2017marzo 16th, 2018Artículo, Juan Benito Rodríguez Manzanares, Patronos

Juan Benito Rodríguez Manzanares, Patrono

Académico de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades
Académico de la Academia de Luminescência Brasileira

En el siglo XII, Jerusalén es una ciudad sagrada pues en ella murió y resucitó Jesucristo, pero se encontraba bajo poder musulmán. Aún así, los musulmanes no se oponían a que los peregrinos de otras religiones pudieran acceder a la ciudad para rendir culto a su dios.

Esta situación de bonanza fue cambiando debido a la continua expansión de los turcos selyúcidas, y la peregrinación de los cristianos para llegar hasta Tierra Santa se fue complicando más a cada día que pasaba, pues los selyúcidas eran dados a robar y asesinar a los peregrinos que querían y cuando querían, para hacerse con todo aquello que estos pudieran poseer.

Además, los selyúcidas, no cesaban de conquistar tierras a los reinos que profesaban la fe cristiana.

Todo esto, y algunas consideraciones más, tanto territoriales como políticas, condujeron al Papa Urbano II en 1095, a declarar la Primera Cruzada para recuperar Tierra Santa de los abusos a los que estaba siendo sometido este lugar y detener las agresiones ante los peregrinos cristianos.

Así, amparados por esta Cruzada y de la mano de la religión cristiana, con el Papa como máximo exponente, cientos de caballeros y guerreros, comenzaron a constituirse en unidades militares para que a Jerusalén pudieran llegar los fieles y peregrinos cristianos con total garantía, como lo habían estado haciendo durante muchísimos años.

De esta manera, el 15 de julio de 1099, estos caballeros y guerreros conformaron un gran ejército que constaba con más de 4000 jinetes pesados, y otros 4000 infantes, que, sin desfallecer en la batalla, tomaron la ciudad. Con esta acción militar, Jerusalén fue conquistada.

Mas, en esta guerra, como suele pasar en todas ellas, se hicieron ciertas atrocidades que no hubieran debido pasar. Así, cuando los guerreros cristianos abandonaron el campo de batalla, los que se quedaron y se asentaron en la ciudad, tuvieron algunos problemas con los sarracenos que los persiguieron y maltrataron, como venganza por lo sucedido, al quedarse sin ninguna protección ante los mismos.

 

«Las legiones de fieles […] volvieron de nuevo a sus hogares después de la matanza, dejando enfrentados a grandes problemas a aquellos de sus hermanos que se habían establecido [allí] y que sufrieron crueles persecuciones de las que hacían una descripción terrible»

 

Con estas palabras, afirma el historiador Víctor Cordero García, lo expuesto en el anterior párrafo, en su libro «Historia real de la Orden del Temple: Desde el S XII hasta hoy».

Para continuar defendiendo a los peregrinos de los ataques que recibían, y para defenderse ellos mismos, algunos soldados de los que vivían en Jerusalén, se organizaron en grupos de combate. Uno de ellos estuvo conformado por nueve caballeros, que en 1118 se comprometieron a proteger a los peregrinos cristianos del acoso musulmán.

Y este, indiscutiblemente, fue el germen de la futura Orden del Temple, unos pocos soldados dispuestos a defender los intereses de los peregrinos en Tierra Santa, y su año de constitución, 1118.

El primer líder de este grupo de nueve hombres, que posteriormente pasaría a ser el primer Gran Maestre de la Orden, sería Hugo de Payens, y el segundo Gan Maestre fue, Godofredo de Saint-Aldemar.

Con respecto a los inicios de esta gloriosa Orden, cabe destacar las palabras del investigador Rogelio Uvalle escritas en su libro “Historia completa de la Orden del Temple”, en el que nos dice.

 

«En aquel entonces reinaba Balduino I, quien brindó una calurosa acogida a los “pobres soldados de Cristo”, […] como se hacían llamar. Pasaron nueve años en Tierra Santa, alojados en una parte del palacio, que el rey les cedió, justo encima del antiguo Templo de Salomón (de ahí el nombre de Caballeros del Temple)».

 

Cabe comentar que el Muro de las Lamentaciones, delimita la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, donde se halla la mezquita de al-Aqsa, primera sede de los templarios, y que años más tarde, el rey de Jerusalén Balduino II donó a los fundadores de la Orden del Temple, como iglesia, esta mezquita, desde donde los musulmanes creen que Mahoma subido al cielo.

Mas, quiero comentar el porqué de la cruz roja como su emblema. Así tenemos que en 1147 se reunieron 130 templarios en París bajo la presidencia del Papa Eugenio III, el cual, les concedió el emblema de la cruz de tela roja como «signo triunfal para que no huyan ante el infiel», que siempre se superpone a un fondo blanco.

Con lo dicho hasta aquí, tenemos el porqué del nacimiento de la Orden del Temple, y cómo nació esta, y, además, el porqué de su nombre y su emblema.

Las nueve musas. Publicado el miércoles 22 de noviembre de 2017