José Vicente Gómez Bayarri
Historiador
Académico de número de la Real Academia de Cultura Valenciana
La conmemoración del 600 aniversario de la creación de la Generalitat Valenciana del Reino de Valencia debe ser motivo de satisfacción para los amantes de la Historia del pueblo valenciano. Institución fundada en 1418 en el reinado de Alfonso el Magnánimo. Tuvo, en su momento, una finalidad fiscal y recaudatoria de impuestos. Con el transcurrir del tiempo se ha convertido en la representación máxima del autogobierno valenciano al restaurarse nuestra autonomía.
Debemos congratularnos de que el Consell Valencià aprobara recientemente una declaración para memorar esta efeméride y avanzar en «un mejor conocimiento de la historia de la institución que encarna en la actualidad la representación política de los valencianos”.
La Generalitat Valenciana, como diputación permanente de las Cortes Valencianas en el Antiguo Régimen, tuvo representación de los tres estamentos: el eclesiástico, el militar y el real.
Los precedentes hay que buscarlos en un parlamento celebrado en 1340 en la ciudad de Valencia en el reinado de Pedro el Ceremonioso al que asistieron eclesiásticos, señores, jurados y síndicos de las villas reales, es decir, la representación general del Reino. En dicha reunión se instituyó “l’almoina” o tributo indirecto general que gravaba las compras de determinadas mercaderías. Lo recaudado se destinó a la construcción de diez galeras, costear su armamento y sufragar los gastos de permanencia y control de la zona del Estrecho de Gibraltar para evitar el asalto de la morería a las costas valencianas. Si sobrara dinero quedaría a disposición de la Generalitat del Reino.
El impuesto fue asumido en las Cortes de 1342-1343, convocadas para obtener servicios que permitieran hacer firme el proceso contra el rey de Mallorca y no estaría administrado por los funcionarios reales sino por los delegados de los estamentos del Reino. Se ha afirmado que en esta generalización de un impuesto está el origen de la “Generalitat Valenciana”.
En 1364, Pedro II el Ceremonioso de Valencia – IV de la Corona de Aragón – estando en plena guerra con Pedro I de Castilla, celebra Cortes y expone los gastos que supone la defensa del Reino, y se le ofrecieron 50.000 libras, cantidad recaudada durante dos años en nombre de la “Generalitat”.
Las primeras Cortes Generales celebradas en el reinado de Alfonso el Magnánimo se convocaron en 1417 y se prolongaron durante el año 1418. Tuvieron lugar en la “Seu” y en el Convento de los Predicadores de la ciudad de Valencia. Fueron reunidas a requerimiento de los mensajeros de la capital del Reino. Dice el “Proemio”: “Com a suplicatio dels missatgers de la ciutat de Valencia (…)”. Su finalidad fue el cumplimiento del precepto foral del juramento del rey don Alfonso el Magnánimo para ser reconocido como monarca del Reino de Valencia. A ellas, asistieron representantes del brazo eclesiástico, militar y real.
Los estudiosos de las Cortes valencianas, Martínez Aloy, Sylvia Romeu, Muñoz Pomer y Simó Santonja, entre otros, consideran que en estas Cortes Generales de 1417-1418 se diseñó definitivamente la “Generalitat del Regne” al autorizar a los diputados el nombramiento de sus sucesores. Éstos hicieron una oferta al Monarca de “cent huytanta nou milia florins”. El Rey aceptó la oferta pero solicitó reducir los plazos de recepción “per vía de Generalitat”. El Rey asumió, asimismo, el contenido de los capítulos que iban a configurar la constitución de la Diputación General del Reino y se promulgó que fueran electos: “sis diputats”, dos por cada brazo; “tres clavaris”, uno de cada estamento; “administradors de les dites generalidades”; “sis persones” dos por cada brazo serán electas como “comptadors, hoydors e deffinidors”. Se estableció que la Diputación y los oficiales electos permanezcan en su cargo por tres años.
Consecuentemente será el rey Alfonso el Magnánimo quien convertirá la “Generalitat” de un organismo que funcionaba temporalmente en otro de carácter permanente en las Cortes que se celebraron en Valencia el año 1418 en las que se dictaron una serie de capítulos o disposiciones que le conferían autonomía plena, tanto del rey como de los oficiales, consolidándose así la “Generalitat General del Regne”.
Esta Institución foral político-financiera ha sido analizada, entre otros, por los historiadores Martínez Aloy, La Diputación de la Generalidad (1930), Mª Luisa Cabanes Catalá, Generalitat del Reino de Valencia (1977), Mª Rosa Muñoz Pomer, Orígenes de la Generalitat Valenciana (1987).
En la actualidad esta Institución de Gobierno asume otras funciones bien diferentes, pero hay que reconocer que fue la precursora de la denominada actualmente “democracia parlamentaria valenciana”.