Nihil novum sub sole (nada nuevo bajo el sol). Así ocurre frecuentemente tanto en la investigación científica, como en la exploración geográfica o histórica. Al parecer Eric el Rojo, famoso vikingo y otros arribaron a las costas americanas antes que Cristóbal Colón; algunos egiptólogos se han llevado el consiguiente chasco cuando creyeron que habían descubierto una tumba intacta, comprobando al penetrar en la misma que había sido saqueada siglos ha por simples buscadores de tesoros. Podríamos citar otros muchos casos.
A nosotros nos ha pasado con el origen de la Lengua Valenciana y, también, a eminentes iberistas que defienden desde la filología su seguro substrato para aquella; así como a reputados lingüistas que últimamente se han pronunciado con rotundidad en este sentido.
La lectura de textos escritos nada menos que hace ciento ocho años en Cataluña, por uno de los más eminentes y prolíficos eruditos catalanes, D. Francisco Carreres Candi, nos ha permitido conocer que ya entonces, desde la filología, se defendió que el substrato lingüístico ibérico lo fue para el catalán y que “formaba, (el Dr. Carreres) en el grupo de los que opinan que se ha dado exagerada importancia a la romanización como trasformadora del medio indígena”, “Para él lo ibérico no había sucumbido ante lo romano, sino que se mantuvo, y la toponimia actual y la misma lengua moderna reflejarían la situación étnica y lingüística de hace dos mil años, con escasas variaciones”, tal y como recoge el eminente prehistoriador catalán D. Luis Pericot y García, excavador de la Cova del Parpalló de Gandía por encargo del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, del que fue director accidental durante los años de la Guerra Incivil Española, en su opúsculo “Grandeza y Miseria de la Prehistoria” (Barcelona, 1948, págs 12 y 13).
El Dr. Carreres nació en Barcelona en 1862 y murió allí en 1937, setenta y cinco años fecundos en el campo de las Humanidades y de la investigación, dejando una impresionante obra tanto en la Historia, Arqueología y Prehistoria, Lingüística y Filología, Filatelia, Geografía, Numismática, Folklore y Costumbrismo, Excursionismo y Periodismo, que cultivó con especial dedicación. A su muerte trabajaba “sobre otro de sus temas favoritos”, dice el Dr. Pericot, “Iberisme i toponomia ibériques comparades amb les teories romanitzadores predominants”.
A los valencianos nos interesa especialmente todo lo escrito sobre la lengua ibérica, así como la obra que se editó bajo su dirección “Geografía General del Reino de Valencia”, destacando lo que escribió sobre el “Lenguaje Valenciano” en el Volumen I, p.561. Siendo de destacar, también, como nos recuerda el Dr. Oscar Rueda, eminente lingüista, Agregado Colaborador de la Sección de Lengua y Filología Valenciana de la RACV, que rechazara rotundamente las veleidades normalitzadoras con la pretensión de introducir normas ortográficas irreales y ajenas a la tradición lingüística desde el Instituto de Estudios Catalanes, oposición que le llevó a manifestarse en contra de las mismas en el Congreso Internacional de la Lengua Catalana “y publicando sus propias reglas ortográficas”.
Oposición similar a la que se ha producido aquí desde principios del siglo pasado hasta la actualidad, aquí con mayor virulencia hoy día por cuanto la oposición la ejerce una amplísima mayoría del Pueblo Valenciano, contra una minoría bien pagada que depende del Institut d’Estudis Catalans en lo académico y de varios grupos políticos que, en connivencia descarada con otros grupos catalanes, utilizan la lengua como pilar básico para la ampliación del territorio y poder catalán. Objetivo político: la construcción de sus “Países catalanes”.
Contra todo ello la casi totalidad del Pueblo Valenciano, incluida buena parte de los militantes del Partido Popular, esperando que el resto se incorpore cuando salga de su ensimismamiento y de su “meninfotisme”.
Sobre el tema que nos ocupa conviene recordar el ridículo que hizo el pancatalanismo político y mediático, así como algún (a) valiente periodista de nuestro diario decano, al intentar ridiculizar la Proposición no de Ley que presentó en las Cortes Valencianas el Partido Popular y, en cuya exposición de motivos, hacía referencia a la Lengua Ibérica como base, trasfondo o substrato de la Lengua Valenciana actual. Dando rienda suelta, desde su profunda ignorancia, bien manifiesta, a su connivencia y complicidad con la causa separatista.
El pueblo Catalán es un conjunto étnico con lengua y cultura propia digno de admiración y, la mayor parte del mismo, debe ser objeto de nuestro reconocimiento y aprecio. Los que por provecho propio, especialmente parte de su corrupta oligarquía, pretenden la aniquilación de otro pueblo, el valenciano, con lengua y cultura distinta, merece nuestro total desprecio y repulsa, así como los “venuts” de nuestra tierra que colaboran con ellos.
Catalanes como el Dr. Carreres, con tan alto nivel ético e intelectual, dignifican a su pueblo..J.A.P